Las manifestaciones
cutáneas de la diabetes se dividen en
aquellas que son características de esta patología y en dermatosis asociadas a
la misma. Algunas de ellas tienen una importancia meramente cosmética, pero
otras precisan de evaluación y tratamiento dermatológico.
Dentro de las lesiones cutáneas características de pacientes con
diabetes encontramos:
- La acantosis nigricans: son manchas oscuras y de aspecto aterciopelado en cuello, nuca y axilas. Pueden ser el signo de alarma para diagnosticar una diabetes. Se pueden tratar con cremas específicas con ácido retinoico y sustancias despigmentantes.
- La bullosis diabeticorum: son ampollas y bolsas de agua que aparecen de forma brusca en las piernas o brazos. Aparecen en personas con mal control de su diabetes, por lo cual, la base del tratamiento es lograr un control óptimo de ésta y curas locales con antibióticos.
- La dermopatia diabética: aparición de manchas oscuras en las piernas, a la altura de la espinilla. Es la manifestación cutánea más frecuente. Para su tratamiento es fundamental el correcto control de la glucemia y cremas emolientes a base de urea.
- El engrosamiento de la piel: suele afectar a las manos, pero también puede ser generalizada. Es mayor cuanto mayor tiempo y peor control de la enfermedad haya. La piel aparece brillante, granulosa o áspera y difícil de pellizcar. Para su mejoría es fundamental la correcta hidratación y el uso de productos específicos con ácido láctico o urea si se precisa.
- La necrobiosis lipoidica: también aparecen en las piernas y se tratan de manchas rojizas, con centro amarillento y con piel atrófica (lo que se denomina aspecto de “papel de fumar”). El tratamiento de la necrobiosis lipoídica varía según paciente y respuesta, se pueden utilizar corticoides tópicos o infiltrados y cremas a base de aceite de rosa mosqueta.
- El escleredema diabeticorum (de Buschke): zonas de piel indurada con aspecto de piel de naranja, localizada en cuello, zona alta de espalda y hombros. La piel engrosada podría producir limitación de la movilidad articular cuando se localiza en las manos.
- Las uñas amarillas. No son específicas de esta enfermedad, dado que se pueden observar en muchas enfermedades (hepáticas, pulmonares…) pero las uñas son un signo guía que nos ayuda a sospechar que existe algún problema en nuestro organismo, por lo que es importante acudir al médico con la uñas sin pintar y evitar el uso prolongado de uñas postizas o pinturas permanentes.
Las patologías de la piel que se pueden asociar con la diabetes o
que pueden empeorar si existe un mal control de la misma son:
- Infecciones cutáenas bacterianas o micóticas.
- El granuloma anular: lesiones redondeadas, con borde más rojo y elevado. Puede ser único o múltiple. El tratamiento variará según paciente y evolución.
- El liquen plano: lesiones violáceas que aparecen principalmente en muñecas y tobillos, pero que pueden diseminarse. Su tratamiento fundamentalmente es con corticoides tópicos u orales y con antihistamínicos.
- Los xantomas eruptivos: lesiones amarillentas, múltiples y de aparición súbita. Aparecen generalmente en superficies extensoras y glúteos. Se asocian a hiperlipidemia, hiperglucemia y glucosuria. Tienden a desaparecer cuando los niveles se normalizan.
- Colagenosis perforante: lesiones localizadas principalmente en piernas, queratósicas, muy pruriginosas. Tratamiento a base de corticoides y queratolíticos tópicos junto con antihistamínicos orales.
- El psoriasis: en los últimos años se ha observado una relación entre el psoriasis y el síndrome metabólico, de forma que los pacientes con psoriasis tienen más riesgo de padecer psoriasis y los pacientes con psoriasis pueden ver empeorada la clínica por el mal control de la glucemia.
